domingo, 19 de agosto de 2012


"DUOMO DI MILANO"
 
 
Para entender la composición de los elementos que crean la catedral de Milán o en italiano, Duomo de Milano, debemos primer estudiar su trayectoria a través de la historia junto con su desarrollo.
 
Es gracias a la forma, que podemos observar en el plano de la ciudad de Milán que se nos hace evidente el hecho que el duomo constituía una  parte muy  importante de las calles de la ciudad en la antigua roma. Las calles circundan y a su vez hacen parte de la configuración del monumento, conocido como el Mediolanum.
Anteriormente, donde  hoy se ubica la catedral de Milán, existió la basílica de san Ambrosio a la que posteriormente se construyó una basílica próxima. Después de un desaventurado fuego en la ciudad, esta dos se incendiaron, y fue entonces en este mismo lugar donde en 1075 se inicio la construcción de la Catedral de Milán. 
 
Para comprender entonces la catedral, debemos de tener en cuenta  que se conforma por medio de una planta cruciforme o en forma de cruz. Dividida en 5 naves, una central y dos laterales a cada lado en la dirección más larga, se caracteriza por tener al menos 45 metros de alto y unas arcadas de al menos 13 pilares que la atraviesa. Estas arcadas forman a su vez unas pequeñas bóvedas de crucería en las naves laterales y unas más grandes en la nave central. 
Además, esta catedral cuenta con un transepto con una nave central y dos naves laterales, considerablemente más pequeña en cuanto a largo y ancho pero nunca olvidando características propias de este estilo constructivo.
 
En cuanto al transepto, este se caracteriza por desarrollarse en dos partes, en primer lugar, una base con un conjunto de vides, vegetales y animales imaginarios y la segunda con los brazos de mediados de siglo XVI.
En cuanto al arte,  en esta misma zona se logra ver que existe un monumento llamado "Medeghino" y un altar renacentista hecho de mármol decorado con estatua de bronce.
Siguiendo el camino longitudinal de la catedral se encuentra el crucero de la misma, caracterizado por su gran altura, continuado por un presbítero-coro y un ábside sin igual. 
 


El presbiterio se compone de dos púlpitos con grandes telamones realizados en cobre y bronce además de dos grandes órganos. Alrededor del coro se encuentran las puertas de las dos sacristías y algunos frescos importantes, realizados por artistas renombrados de la época.
El ábside de esta catedral es muy bello, puesto que cuenta con los ventanales/vitrales más grandes del mundo, los cuales hacen de su espacio interior algo majestuoso e incomparable. Adicionalmente a sus vitrales, el ábside está compuesto por cuatro series de quince estatuas que representan profetas, silabas y personajes del antiguo testamento. Ya en cuestiones exteriores se caracteriza por la forma de una cúpula octagonal.
 
En la fachada frontal de la catedral se pueden evidenciar arcos ojivales quienes se sucederán por cinco puertas grandes de bronce, tomadas en tamaño, de menor a mayor a partir de los extremos hasta llegar al centro desde la plaza del Duomo.
Sobre estas mismas puertas,  se pueden encontrar ventanas del siglo XVII.
En cuestión de arcos, lo mismo sucede con la fachada lateral del edificio, debido a que el acceso en el transepto se hace por medio de una sola puerta,  la que se encuentra enmarcada por medio  de una serie de arcos ojivales.
 
Desde las diferentes partes de la plaza se pueden destacar ciento treinta y cinco agujas que la rodean, noventa y seis gárgolas, además de  un gran bosque de pináculos y capiteles que se puede observar.
Esta catedral se compone, además de lo anteriormente mencionado de cinco extensiones de de arbotantes de seis contrafuertes en los cuales se ubican parte de la estatuas que se coronan por medio de  obeliscos.
 
En cuanto a la materialidad de la catedral podemos decir que esta se encuentra dividida según secciones y/o zonas. Los cimientos están construidos en serizzo, una roca granita de cantera, mientras que para la construcción del templo se utiliza  una piedra mucho más fina por llamarla de algún modo, como lo es el mármol.
En cuanto a la nave central, esta se encuentra construida en ladrillo pero al igual que el templo, se encuentra recubierta por el material principal, el mármol, así como la fachada está recubierto del mismo solo que esta vez se encuentra esculpido.
 
 Es gracias a lo antes nombrado que la catedral de Milán evidencia una serie de cambios y diferencias a través de su paso por las diferentes épocas constructivas (Románico - Gótico). Así como una serie innombrable de cultura a través del tiempo, mostrando su transformación, creación, recreación, intensiones y demás, que el cambio de las influencias y tradiciones trajo consigo.


publicado por: Daniel García

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